He aquí algunos datos médicos interesantes sobre los besos que hasta ahora desconocías:

– Un beso largo provoca las mismas reacciones en el organismo que, por ejemplo, un salto en paracaídas u otros tipos de deporte extremo. Así, por ejemplo, sólo 90 segundos son necesarios para elevar el nivel de hormonas, de la presión arterial y de la aceleración del pulso.

– Las puntas de los dedos se consideran unas de las partes más sensibles del cuerpo. Pero la sensibilidad de los labios es aproximadamente 200 veces más alta.

– Durante el beso se contraen más de 30 músculos del rostro. En los tejidos se aumenta la circulación de la sangre, mejora el color del rostro y se estiran las pequeñas arrugas.

– Durante el beso la pareja intercambia grasas, sales, agua y otras sustancias, además de bacterias, la mayoría de las cuales no representan ningún peligro y al revés, refuerzan el sistema inmunológico. Por supuesto, esto no se refiere a las enfermedades como la hepatitis o el herpes.

– Resulta que si besas a tu pareja después de comer te proteges contra la caries. Esta medida es más efectiva y, sin duda alguna mucho más agradable que los chicles.