Todo el mundo necesita un descanso regular, el mejor remedio para el cansancio. El alma también necesita descansos. Todo el mundo debe relajarse de vez en cuando, obtener nuevas experiencias, cambiar de ambiente.

Todas estas cosas ayudan a distraerse, a  deshacerse de la cotidianidad, a vivir una vida plena. Por eso a mucha gente le gusta hacer su escapada de vacaciones a otras ciudades y países, prefiriendo las vacaciones en el mar. El verano es sinónimo de vacaciones, relax, es la estación del año para despreocuparse, pasarlo bien. Sin duda, es el momento ideal para conocer gente. Una de las variantes de hacer nuevos contactos es el ligue de verano. Ese rollo pasajero que sólo dura lo que dura la época estival pero que se recuerda durante toda la vida.

Ocurre que, con el tiempo, idealizamos nuestro ligue de verano, la realidad se distorsiona y nos parece que todo lo que vivimos junto a esa persona fue perfecto y maravilloso, como en una película romántica. Pero la realidad es otra. La gente que busca un ligue de verano no elige a la pareja para formar una familia ni para una relación estable, sino para pasar un buen rato y disfrutar del sexo con una persona nueva y desconocida.

El ligue de verano tiene una vida limitada, y nosotros lo sabemos desde el principio aunque lo mejor de todo es que no nos importa. El encanto puede durar poco y pasar pronto. Aunque algunos tienen escrúpulos en caso de engañar a sus parejas de verdad.

El que busca una relación estable en un ligue de verano, no encontrará nada salvo el corazón partido. A pesar de que siempre hay excepciones, son casos esporádicos. Es muy importante no dejarse llevar por el encanto y la magia de esta relación. Durante el tiempo que dura el ligue de verano, estamos relajados, de buen humor y nunca hay problemas. Estamos de vacaciones y no hay nada por lo que debamos discutir. En otro tipo de relaciones las discusiones y peleas no tardan en aparecer. Sin embargo con nuestro amante estival no hay malentendidos, no hay discusiones, sólo nos queda disfrutar del verano. Pero es muy dudoso que haya alguna continuación de este romance tan bonito.

En todo caso, el ligue de verano es una de las experiencias más bonitas que se pueden experimentar. Por que no se trata sólo de sexo en vacaciones, sino de una corta pero intensa historia de amor que recordamos por muchos años.

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